lunes, 3 de agosto de 2009

Refugio

No fue en vano la noche desaparecida
Ni el perfume azul en la mañana sin rostro.

En el cristal de tus ojos mi cara permanece intacta
y menos hostil.

*

Las Mil Sombras que van y vienen del espejo
son recuerdos secos en tu memoria,
como hojas muertas que caen,
como partes rotas del Gran Espejo Interior.

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