No sé si pensó que un mundo nuevo se abría a sus pies, no sé si estaba en lo cierto o no en actuar así; tampoco conozco si el tibio amor deshojado se secó y renació (dicen que sí) en otro rostro. Lo que pasa es la ilusión, el despertar en lo profundo de la soledad intervenida. Rota.
Sigue haciendo lo que sabe: desear.
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