buscar orillas ripios
donde reparar este ensueño
para que se haga real o desaparezca
busco
no siempre encuentro
donde descansar
pero me sé sabido, salvado
me sé muerto y vivo
me sé luchando, buscando ese rayo
que entra por la ventana
haciéndole un lugar
para que alumbre
haciéndote un lugar
para que me alumbres
7 comentarios:
Perfecto. Justo lo que quería...
Querer en el transcurso de caminos doblegados por el tiempo que se detiene repentinamente en tus ojos...
Querer cuando aún no se puede tenerlo todo, en medio de ausencias que parecen disgregarse cuando las ventanas se abren aquí y allí...
Querer cuando el suspiro prolongado parece someter a las palabras que de tan temerosas que están, se vuelven invisibles...
M.
Hermoso lo que decís, profundo, perfecto. Y es mucho más que eso también...
El silencio se vuelve invisible pero no lo es...
Gracias por los halagos. Es un honor para mí sobre todo viniendo de su mano...
He dejado más palabras dispersas por aquí, espero que sigan siendo de su agrado...
Ojalá que en algún momento la palabra escrita pueda mutar a palabra hablada...
M.
La palabra escrita es hablada en tanto dialoga con el lector, con las otras palabras; dialoga con el silencio...
La palabra se habla en silencio también...
¡Qué bello lo que decís! Estoy de acuerdo sin embargo está claro que el lector no puede establecer una conversación (en el sentido literal)en un café viejo de Buenos Aires, digo por tirar un ejemplo, con el texto aunque quisiera.
Sí.Los silencios dicen lo que las palabras no se atreven a pronunciar.
M.
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