ya sabe el fuego y su color oro
ya conoce respirar
cadenas de palabras azules
inspirando el sentido y las ausencias
por eso tropiezo con la liturgia cotidiana
del rojo que enreja el fuego
lo que construye
huye del blanco, para vivir.
abrir bien los ojos y ver mar
celeste mar de cielo al revés
cerrar bien los ojos
y la lluvia cristal
así posada en mí
incolorida
No hay comentarios:
Publicar un comentario