Todavía en la vida y en la muerte, todavía en el rayo y en la lluvia, todavía con la sangre y sin balas, todavía con lo mío y lo tuyo, todavía con el fuego en el agua, todavía con el calor del frío, todavía en la tierra divina y en el infierno de la palabra, todavía en la flor del cactus el colibrí se bebe el amanecer... Escrito anónimo en la Plaza de Mina Clavero, Córdoba, República Argentina.
jueves, 3 de octubre de 2013
Ni el diablo me reconocería
Hay un diablo que se parece a mí, hoy.
Hay un dios que se aleja de lo que soy en una tierra desprometida.
Soy esclavo indivisible de mi emoción, esa es mi cruz y mi música interior.
Hay un jesús minúsculo y sugestionado, a mi lado. No ofrece nada pero bebe mi luz azul.
Alguna vez sabré el precio que pagué por no ser del montón, por desparramar mi silencio y apalabrarlo asistiendo al nacimiento de mi yo.
Será al final.
Porque el principio ya pasó.
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