Quiero encenderme y arder con las palabras
en espíritus que no encuentren su último suspiro
en edades que no reciban el llamado del sol ni de la lluvia
esa lluvia, espejo del propio cielo
Renacer y volver a partir en un soplo de lucidez
sin tener que preguntar por quién o por cuál
dejando atrás toda una vida de fulgores, antiguos
mirando deseando volver a partir
Sólo escuchar el silbido lejano de la confusión, yéndose
y tus miedos volando con el otro que no sos
Mil flores me cubrirán entonces en esa temporada de abundancia
cien esclavos tirarán de mis cadenas, desgarrándose unos a otros
y yo viendo eso que nunca cambia, a pesar de la sangre, a pesar del tiempo
la certeza de sentirse solo en medio de la muchedumbre
Todos me miran, todos me tocan, nadie me puede ver
imposible es negar lo posible, nada más
soy posibilidad entre la maleza
un grito ahogado del pecho cuando te pienso
un leve rocío al despertar.
Todavía en la vida y en la muerte, todavía en el rayo y en la lluvia, todavía con la sangre y sin balas, todavía con lo mío y lo tuyo, todavía con el fuego en el agua, todavía con el calor del frío, todavía en la tierra divina y en el infierno de la palabra, todavía en la flor del cactus el colibrí se bebe el amanecer... Escrito anónimo en la Plaza de Mina Clavero, Córdoba, República Argentina.
sábado, 30 de mayo de 2009
sábado, 23 de mayo de 2009
Deep Inside
Rumor de noche azul
que se cierra en sí
para sí
en mi conciencia alterada
en todas tus voces
en este rocío sentimental
que es llorado por algún Dios
No sé mirar sin sorprenderme
No sé dejarme matar
que se cierra en sí
para sí
en mi conciencia alterada
en todas tus voces
en este rocío sentimental
que es llorado por algún Dios
No sé mirar sin sorprenderme
No sé dejarme matar
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