viernes, 29 de marzo de 2013

fugando colores

ya sabe el fuego y su color oro
ya conoce respirar

cadenas de palabras azules
inspirando el sentido y las ausencias

por eso tropiezo con la liturgia cotidiana
del rojo que enreja el fuego

lo que construye
huye del blanco, para vivir.

abrir bien los ojos y ver mar
celeste mar de cielo al revés

cerrar bien los ojos
y la lluvia cristal
así posada en mí
incolorida

jueves, 21 de marzo de 2013

Ya es mañana





deshojar -no margaritas-
deshojar en partes el sedimento de algún dolor
pasó se voló envolviéndose

(no es seguro que todo haya sido exactamente así pero no importa, sirve para escribir)

revolucionar espacios, como el tigre en la espesura del sol
desojar, mirar hacia otro lado
y dar forma con las manos a la renovación
hacer presentes ganas

entender que lo que pasó se tiende sobre las voces que lo convocan

transpirar silencios
en este segundo.
Y más.

miércoles, 20 de marzo de 2013

Verticalmente


yendo hacia el corazón de eso que no existe todavía
oscuridad que se desarma, desparramada
en ese exhalar el exilio de vos en plexo ardiente
si saliera de una vez de ese cielo revuelto
movería la tristeza sedimento de otra sed
ignífuga emoción que no llega a encenderse
eso es parirse a uno mismo
donde la desnudez pudorosa
oscila entre puntos de vista

domingo, 17 de marzo de 2013

Aborigen

Y así dejó abierta la posibilidad de que el lenguaje superara la literalidad. Dios es una palabra y es personaje de un cuento llamado "La bilbia".
En tiempos remotos -donde los nombres no existían ni las cosas, que no habían sido nombradas aún- la palabra comenzó a construir los textos que irían a darnos identidad, cultura y razón.
La piedra, la rosa, el río y el cielo trascendieron a Cratilo y su literalidad. La vida está hecha de palabras, lenguaje, experiencia y posibilidad de creación. Lenguaje es creación, interpretación y sentido del mundo.
Por eso nombrar nominaciones de nombres crea mundos. Tan verdaderos como el mundo. Más allá también en el fin de los tiempos, lo último que sobrevivirá del hombre será una palabra, una sílaba, un sonido que dé cuenta de que alguna vez existió algo que se llamó hombre y algo mucho más poderoso, llamado palabras.