Y pasarán otros veranos, otros
inviernos, quizás sin tanto abrigo.
Yo le hago frente a la
tristeza: por lo menos le sonrío.
Y eso que ahora es camino
definitivo quizás se vuelva curva, en un capricho desfasado del viento. Amargo
silbido.
Quizás tengamos que reposar y
volver a armar, crear nuevas formas para inventar la novedad.
Volver a significar. A
renombrar el olvido.
Reconstruir el sinsentido de la
intemperie, alejando huellas.
Así será.
Lo bueno es saber que esto
también pasará.
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