lunes, 2 de marzo de 2009

Fuego


Sollozos de otras voces en el crepúsculo ardiente.
Ciertas cosas como aquella figura arraigada
en el bosque de árboles blancos, desperdigados.

Lo circular del tiempo crepita en mi nombre
y en mi jardín primitivo
donde penas exquisitas
exquisitas dichas
incendian el nuevo amanecer lleno de esperanza.

Así dejé huérfano todo mi penar
donde penas exquisitas
eran divas en aquella oscuridad radiante.
Fuego.
Eso es.
Todo comenzó con fuego

1 comentario:

El Edu dijo...

Después de leer algunas poesías del Gran García Lorca, salió esto, como una suerte de "fuego dialéctico"...